La otra cara de la ONCE

La ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles) es una organización de carácter social sin ánimo de lucro, su principal objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas ciegas y/o personas con otro tipo de discapacidad. Posee una concesión estatal en materia de juego para la comercialización de loterías, que se lleva a cabo en una red de más de 20000 vendedores con cualquier tipo de discapacidad. La fundación ONCE y las tareas que realiza son muy importantes en España, ya que a través de su propia financiación por la venta de loterías dan empleo a una gran parte de la población con discapacidad. Sin embargo, los vendedores trabajan en condiciones precarias, ya que no todos ellos pueden hacer uso de un kiosco en el que cubrirse de las temperaturas extremas del invierno o del verano. Otra cara importante de la moneda es la cantidad mínima de dinero en cupones que tienen que vender al día para llegar al sueldo anual medio, de no ser así, cobrarían mucho menos dinero. Esto es peor para los vendedores recién incorporados, ya que esta cifra aumenta considerablemente, sobre todo si quieren llegar a alcanzar un contrato indefinido. Para alcanzar esta cifra, muchos vendedores tienen que prolongar su jornada laboral hasta las 12 horas diarias, lo que es muy perjudicial para ellos. A todo esto se suma que la ONCE ostenta el monopolio de la discapacidad en nuestro país, por lo que pueden poner las condiciones que ellos decidan a sus empleados, y estos a su vez no tienen otras opciones donde poder elegir.