Deportes y discapacidad (Juegos Paralímpicos)
El origen de la relación entre deportes y discapacidad se remonta al final de la II Guerra Mundial, cuando el neurólogo inglés Ludwig Guttmann funda un centro para lesionados medulares en el hospital de Stoke Mandeville en Inglaterra, en el que introduce el deporte como forma de rehabilitación tanto física como psicológica. Años más tarde se crearon los Juegos Paralímpicos, una competición internacional para atletas con todo tipo de discapacidades. Los primeros Juegos Paralímpicos se celebraron en Roma en el año 1960 y contaron con 400 atletas de 23 países diferentes, todos ellos en silla de ruedas ya que era la única adaptación que se tenía hasta entonces. En el año 1976 los Juegos Paralímpicos se adaptaron para personas con diferentes discapacidades, con estas nuevas adaptaciones el número de participantes creció llegando a 1600 atletas de 40 países diferentes.
Actualmente está comprobado que el deporte tiene grandes beneficios para las personas con discapacidad, beneficios tales como el aumento del equilibrio físico y mental y la mejora de la capacidad de concentración. Todos estos beneficios físicos son muy importantes, pero también existen los beneficios psicológicos y sociales que son igual de importantes o más, ya que se promueve la inclusión y el trato igualitario de los atletas con discapacidad con los atletas olímpicos. La integración es un rasgo imprescindible, ya que los atletas que no poseen ningún tipo de discapacidad no corren el riesgo de ser excluidos como los atletas paralímpicos, por lo tanto el deporte es necesario y es la mejor manera de fomentar el trabajo en equipo.
Actualmente está comprobado que el deporte tiene grandes beneficios para las personas con discapacidad, beneficios tales como el aumento del equilibrio físico y mental y la mejora de la capacidad de concentración. Todos estos beneficios físicos son muy importantes, pero también existen los beneficios psicológicos y sociales que son igual de importantes o más, ya que se promueve la inclusión y el trato igualitario de los atletas con discapacidad con los atletas olímpicos. La integración es un rasgo imprescindible, ya que los atletas que no poseen ningún tipo de discapacidad no corren el riesgo de ser excluidos como los atletas paralímpicos, por lo tanto el deporte es necesario y es la mejor manera de fomentar el trabajo en equipo.

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